Sobre cierto evento que ocurrió el sábado 6 de mayo del 2023
Es sábado a las 10 de la mañana. Llego a la plaza Hidalgo con mi termo de café lleno. Me siento y espero a que se terminen de dar las tres llamadas. La gente poco a poco se acerca. Y cuando la obra inicia decido cambiar mi lugar por uno en el centro. Me siento con las piernas cruzadas en el suelo para ver de frente el escenario. Sorbo de café.
La Cachetona, “Teatro pa’ llevar”, es un escenario sobre ruedas. Esto comienza a llamar mi atención: que, por medio de una estructura de aluminio, el uso de cortinas, un segundo nivel para hacerla de balcón, La Compañía Teatral del Norte tiene la capacidad de interpretar y representar un texto clásico de Shakespeare.
Hago apuntes en mi libreta. De forma abstracta uso conceptos para recordar después la impresión de cómo también se utiliza la estructura de aluminio para reproducir el marco de las pantallas en el uso de redes sociales; sobre el uso de emojis para expresar una reacción inmediata y simple ante situaciones que son complejas; sobre los discursos con el formato influencer que tejen la trama.
Esta es la propuesta de La Compañía, el giro con el que acercan a nuestra realidad una obra clásica, pienso, mientras intento moverme para evitar que un rayo de sol que se cuela entre las ramas de los árboles me siga pegando en la cara. En eso me doy cuenta de que me senté en un chicle.
Chingado.
Trago de café. Sigo.
Me pregunto: ¿Se viviría así la tragedia de un par de adolescentes que se enamoran pasionalmente en nuestros tiempos? ¿Es el adverbio “pasionalmente” un pleonasmo cuando se habla del amor? ¿Acaso existen hoy en día estos enamoramientos? ¿No se navega con mayor reiteración en las aguas de lo lógico y lo razonado? ¿El amor se ha vuelto una transacción económica entre dos empresas? ¿Quién como antes es víctima de sus propias pasiones como para tomar una decisión que involucra a la muerte por amor?
Me río con las bromas, los gags clownescos que se ponen en manifiesto para contar la historia. De pronto el lenguaje toma aire hacia lo menos cotidiano. Actores con el sol de mediodía en el rostro. Gotas de sudor que caen sobre el suelo. Actores que dan vida a la mente de Shakespeare por medio de una serie de personajes que llevan siglos entre nosotros.
La obra poco a poco se acerca a la tragedia, deja atrás el humor y siento cómo la fibra de mi piel se eriza. Se prepara. Espasmos eléctricos corren por los músculos de mis brazos y mi cara.
Se logró. No se requieren de efectos especiales. Mi mente ha recreado la sangre y el dolor. Vive la tragedia en los tiempos de Tik Tok.
